El Transporte Público en Crisis: ¿Es Mejor Usar Auto?

El Transporte Público en Crisis: ¿Es Mejor Usar Auto?

Desplazarse en los Países Bajos puede ser un verdadero desafío, especialmente para aquellos que no tienen un trabajo flexible que les permita elegir su horario. La disyuntiva es entre utilizar el transporte público o enfrentarse al tráfico. En un reciente estudio realizado por el Planbureau voor de Leefomgeving, se ha llegado a la conclusión de que, irónicamente, es más rápido optar por un viaje en automóvil, incluso si eso implica permanecer atascado en una congestión de tráfico.

El estudio revela que las personas dependientes del transporte público están experimentando tiempos de viaje cada vez más largos, sobre todo aquellos que residen en las afueras de las ciudades o en zonas rurales. La limitada operación del transporte público hace que la opción del automóvil sea más atractiva, lo que representa un problema significativo para quienes no tienen acceso a un vehículo.

Una de las causas de esta situación es la pandemia de COVID-19, que resultó en la eliminación de numerosas conexiones de transporte, especialmente en las áreas menos pobladas. Aunque algunas rutas han sido restablecidas, muchas otras no han vuelto a su funcionamiento anterior, lo que ha llevado a una reducción en la disponibilidad de opciones de transporte. Esto es preocupante, ya que dificulta el acceso a servicios esenciales como hospitales. Aproximadamente el 30% de las personas requiere más de media hora para llegar al hospital, y un 12% necesita más de 45 minutos, un tiempo considerable en caso de emergencias.

Esta problemática afecta especialmente a las personas de bajos ingresos, ya que se estima que uno de cada cuatro neerlandeses no tiene un automóvil. Por lo tanto, dependen de caminar, andar en bicicleta o usar el transporte público.

Existen propuestas para solucionar estos inconvenientes, aunque se centran en el largo plazo. Según el estudio, es fundamental planificar mejor la ubicación de hospitales y escuelas, así como asegurar que las nuevas construcciones sean accesibles mediante el transporte público. Una solución inmediata sería hacer que el transporte público sea más accesible a través de la bicicleta.

Más allá de las soluciones a largo plazo, también se podría considerar hacer el transporte público más económico, lo que podría incentivar más usuarios. Además, reintegrar las paradas de autobús en las áreas céntricas de los pueblos podría ser un paso positivo. Aunque esto requiere inversión, en un contexto de recortes en otras áreas como el deporte o aumentos fiscales en la cultura, es esencial que se priorice la mejora del transporte público, especialmente en las áreas rurales, que debería ser uno de los focos de atención de las autoridades.