Explora los fracasos de MINI John Cooper Works
La historia de MINI está llena de éxitos, pero no todo lo relacionado con la línea John Cooper Works ha brillado como el oro. La adquisición de Rover y sus marcas por parte de BMW fue una historia de desamor, a diferencia del resurgimiento exitoso de MINI.
BMW transformó la clásica Mini en una moderna hatchback, comenzando con el modelo R50. Aunque la R56 mantuvo un diseño similar, pronto quedó claro que depender de un único modelo no era viable, lo que llevó a MINI a expandir su oferta.
Durante la era de la R56, MINI lanzó cuatro variantes de carrocería adicionales, incluyendo el Clubman (R55) y el Countryman (R60), ambos con buena aceptación en el mercado. Sin embargo, el Roadster (R59) y los más exóticos Coupé (R58) y Paceman (R61) encontraron dificultades para ganar popularidad y fueron rápidamente descontinuados. Hoy en día, las opciones de MINI se han reducido a la hatchback, la versión descapotable, el Countryman y el nuevo Aceman.
Centrándonos en el Coupé y el Paceman, ambos modelos tienen una historia peculiar. El MINI Coupé utilizó la misma base que la hatchback, alterando solo el diseño superior. Presentaba un parabrisas más inclinado y un diseño trasero peculiar, inspirado en un gorro de béisbol usado al revés. Sin embargo, aunque se alardeaba de ser un modelo John Cooper Works, en realidad era un Cooper S 1.6 con 184 caballos, y no el 211 que caracteriza a los verdaderos JCW.
El Paceman, por su parte, fusionó el concepto de coupé con crossover. Basado en el Countryman, pero con un diseño más estilizado y un esquema de puertas de tres, también recibió una variante John Cooper Works de 218 caballos. Sin embargo, en el mercado neerlandés, su aceptación fue limitada.
Ambos modelos, el Coupé de 2012 con 87,568 km y el Paceman de 2013 con 127,521 km, están actualmente disponibles en Marktplaats. El precio del Coupé es de 13,500 euros, mientras que el Paceman se ofrece por 14,500 euros.