BMW se opone a la prohibición de motores de combustión

BMW se opone a la prohibición de motores de combustión

BMW ha manifestado su oposición a la prohibición total de los motores de combustión interna, que la Unión Europea ha propuesto implementar a partir de 2035. Esta postura es impulsada por el CEO de BMW, Oliver Zipse, quien solicita que se reconsidere esta decisión, argumentando que tales medidas serían contraproducentes en el contexto actual.

Desde principios de 2023, las regulaciones de emisiones de la UE han sido endurecidas significativamente, lo que ha llevado a una rápida evolución en la tecnología de vehículos eléctricos (EV) y a un aumento en la demanda de estos automóviles. Sin embargo, Zipse considera que sería un error para la industria automotriz europea renunciar completamente a los motores de combustión, citando la dependencia crítica de los suministros de baterías, que en gran medida provienen de China.

La influencia de China en la producción de baterías se ha convertido en un factor clave, especialmente en un contexto de crecientes tensiones entre Europa y el gigante asiático. Zipse destaca que el acceso a estas baterías podría ser complicado para los fabricantes occidentales en los actuales tiempos de incertidumbre geopolítica.

Otro punto que menciona Zipse es la desaceleración en la creciente demanda de vehículos eléctricos en Europa; tanto en el ámbito nacional como europeo, las ventas de EV comienzan a estabilizarse. Esto sugiere que la transición hacia un parque automotriz totalmente eléctrico no se está realizando tan rápidamente como se había anticipado.

Para Zipse, la suspensión del veto a los motores de combustión interna permitiría a los fabricantes europeos reducir su dependencia de China. Propone un enfoque 'tecnológicamente agnóstico' dentro del marco regulador, sugiriendo que los motores de combustión podrían ser utilizados como extensores de rango.

No obstante, Zipse no está solo en su opinión. Otros colegas de la industria también han expresado sus preocupaciones sobre la viabilidad de una transición total hacia los vehículos eléctricos. Además, es crucial considerar la rentabilidad de los motores de combustión: estos vehículos suelen generar mayores márgenes de ganancia en comparación con los modelos eléctricos, cuya rentabilidad sigue siendo baja en este momento.