Amsterdammers y la nueva velocidad de 30 km/h

Amsterdammers y la nueva velocidad de 30 km/h

La reciente implementación de una velocidad máxima de 30 km/h en Ámsterdam ha suscitado diversas reacciones entre los ciudadanos. Mientras muchos automovilistas ven este cambio como un inconveniente, los residentes sin coche lo celebran con entusiasmo.

De acuerdo con un estudio realizado por el ayuntamiento de Ámsterdam, el 75% de los ciudadanos que no poseen automóvil se muestran satisfechos con esta nueva normativa. Curiosamente, incluso entre los automovilistas, la aceptación es notable: el 60% refleja su aprobación al nuevo límite de velocidad.

Aunque la velocidad máxima se ha reducido en un 40%, la duración del viaje no ha aumentado tanto como se podría suponer; de hecho, el tiempo de viaje se ha incrementado solo en un 5%. Esto significa que, para un trayecto de 10 minutos, la diferencia es de apenas 30 segundos. Sin embargo, el transporte público sí ha sentido el impacto, con tiempos de viaje ampliados en 1 a 3 minutos en 8 de las 26 líneas analizadas.

La concejala de Tráfico, Melanie van der Horst, considera que los resultados del primer semestre son positivos. Según ella, la reducción de la velocidad ha contribuido a un tráfico más calmado, aunque aún persisten infractores. Ella afirma: 'Una disminución del 10% en la velocidad es una buena noticia, ya que cada kilómetro más lento representa un avance en la seguridad vial.'

A pesar de estas cifras alentadoras, no todos están contentos con el cambio. Un 10% de los ciudadanos sin automóvil se manifiestan en contra de la nueva velocidad, mientras que un 16% de los conductores asegura tener una opinión negativa de la medida. Además, un 15% se muestra muy insatisfecho.

Lo irónico es que muchos de estos críticos piden una mayor supervisión, citando que existe un problema de cumplimiento en los límites de velocidad. Otras voces han resaltado que la señalización en las vías puede resultar confusa, dificultando la comprensión de dónde se debe circular a 30 o 50 km/h.

Por otro lado, aunque a primera vista pueda parecer sorprendente, el promedio de velocidad en Ámsterdam ya era inferior a 30 km/h antes de esta medida. La nueva normativa ha reducido el promedio en un 5%, situándolo en 20 km/h, cifra que refleja el tiempo que los coches pasan detenidos en semáforos o frenando en pasos de cebra. En las nuevas vías donde se ha establecido el límite de 30 km/h, el promedio ha disminuido un 10%, de 40 a 36 km/h. Para agravar la situación, las vías que se mantienen a 50 km/h también han visto una caída en su velocidad promedio, que ahora ronda los 28 km/h, lo que indica que la ciudad estudiará formas de mejorar la señalización.